El era un recolector de hojas de coca y también prestaba guardia y espantaba las avionetas de fumigación con las armas secretas: lanzaba cohetes de pólvora o voladores los cuales explotaban en el aire, linterna de rayos laser y un espejo para encandelillar al piloto y obligarlo a huir; si no se retiraba disparaba una ametralladora antiaérea.
CUENTO” LOS ESPIRITUS DEL ESPEJO”, REYNALDO CABALLERO CACERES.
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