Como a las dos de la madrugada trajeron al joven que por estar en el monte se está convirtiendo en selva. En su espalda crecen hongos y hay pequeñas maticas, dicen que a los guerrilleros que andan sin camisa el polen de las flores se pega a la piel y allí crecen arbustos. Lo mire y sentí una profunda tristeza, también le falta el pie derecho, la mano derecha, la oreja derecha y el ojo derecho. Una mina quiebra patas casi lo mata. En este hospital clandestino el muchacho permaneció un tiempo y siempre mantenía una pistola debajo de la almohada. Un día salió también de madrugada y no volví a saber de él. Una mañana leyendo la prensa vi su fotografía, estaba muerto, cayó en una trampa- bomba y solo quedo su cabeza. Era él, estoy seguro, pero ahora estaba de soldado..
CUENTO DE LA MAÑANA, REYNALDO CABALLERO CACERES.
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