Descendió del taxi y entro al cementerio. A la hora el taxista observo que la bella mujer que llevo al Campo Santo había olvidado un fino abrigo. Timbro en la casa donde la había recogido y la señora que lo atendió comento que ella vive sola desde la muerte de su hija quien falleció hace un año. El taxista reconoció a la mujer en la fotografía que le mostraron y la señora tomo el abrigo de su hija, se lo puso y se convirtió en la bella mujer. El taxista se desmayo.
CUENTO AL AMANECER, REYNALDO CABALLERO CACERES.
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