En la Plaza de los pájaros caídos, en la Plaza de la Villa, están alejando a los adultos mayores con el perifoneo de las empresas vendedoras de celulares, y otros productos, los carros pitan por cualquier motivo, se escuchan las campanas de la catedral invitando al sepelio del día, son cuatro sepelios diarios, en la plaza de los perros que sacan a orinar y a otras necesidades, donde se pasean carteristas, donde colocan carros para la venta, se están alejando de este lugar los amigos pensionados y están buscando cafés cercanos que les permitan usar el baño, la gran mayoría sufre de la próstata y se aburren porque regaron el cuento que las muchachas si pasan por esta plaza o entran a los cafés donde ellos se refugian, se arrugan ; todos ellos solicitan que abran el local donde funcionaba el Nompanin y dejen funcionar una cafetería para poder hablar con los amigos y pasar felices los últimos treinta años de vida.
Si necesita la certificación de la doctora G, se autoriza su reproducción en cualquier medio para presentarla a quien interese. Cuando le pidan empujar el carro que está varado, diga: no puedo, la doctora G, lo prohíbe y muestre el certificado. Recuerde que tampoco puede empujar el ataúd cuando le toque el turno, para eso están los amigos. Si tiene mala memoria no se preocupe de llegar tarde al sepelio, sus amigos le dirán: llegó la hora.Y para terminar, deje pagas unas cervecitas en la Tienda La Última Lágrima, para hablar bien de su merced.
Reynaldo Caballero Caceres.
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