Salió a la calle a jugar con el carrito que le trajo el Niño Dios. Se encontró con un niño que jugaba con un puñado de tierra. Intercambiaron los regalos y cuando el niño llego a su casa feliz con su porción de tierra , brotaba una flor amarilla.
CUENTO AL AMANECER, REYNALDO CABALLERO CACERES.
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