Empieza a llover en el páramo de Pisba. Es el cuarto aguacero de este día…llueve con granizo, el agua es fría, el viento es helado y sopla sin parar. El páramo se oscurece, no se ve el camino a un metro. Hay que andar con mucho cuidado. La marcha se detiene y esperan que se levante un poco la neblina…no se puede respirar. Se ven los gigantes frailejones, parecen hombres parados en las alturas. Es como si el agua naciera del aire.
Maria recoge la hoja sagrada de los muiskas, la coca, y la masca para vencer el frío. En el frío de este páramo Maria hace cantar el caracol...
Simón José continua el relato…la voz es fina pero llena de emoción.
UN AMOR SECRETO DE BOLIVAR..