Moribundo pidió a sus tres hijos su ultimo deseo. Ellos son un medico, un arquitecto y un abogado. Solo les pido que en el ataúd dejen diez millones de pesos cada uno, es mi ultimo deseo y repartense la herencia. El señor murió y empezaron a cumplir el ultimo deseo del querido padre. El medico puso los diez millones en el pecho, el arquitecto coloco los diez millones de pesos en la mano derecha y el abogado giro un cheque por treinta millones y tomo los veinte millones de los hermanos.
Cuento popular.
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