martes, 3 de febrero de 2015



EL ANALFABETA


Mientras desayunaba en el único restaurante del pueblo, escuchó disparos y en forma inmediata todos

 salieron a ver que sucedía. El siguió saboreando los huevos fritos que tanto gustan cuando entró un 

policía y dijo: señor juez el borracho de siempre está disparando al aire. Ya salgo, respondió el juez. El

 tal borrachito fue detenido , el arma decomisada y sancionado a barrer las calles del pueblo todos los 

días a las cinco de la mañana, a pintar todas las casas de blanco, a traer el agua del río a la casa del 

alcalde, y a aprender a leer y escribir : está prohibido disparar al aire. El borrachito era analfabeta.

CUENTO AL ATARDECER.

REYNALDO CABALLERO CACERES

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