domingo, 15 de febrero de 2015


LA NIÑA MUERTA

Siempre entra a los restaurantes, cafés, tiendas, almacenes y pide colaboración para enterrar a su hija que murió en el hospital y es necesario comprarle ataúd, el lote en el cementerio, cancelar la misa, y otros gastos relacionados con el sepelio de su adorada hija. Esta señora ya no recuerda que su hija murió hace siete años y ella continua pidiendo apoyo para las honras fúnebres. Para ser creíble muestra una nota del hospital sobre el fallecimiento de una niña de un año de edad. Nadie lee la nota por pena y dan una colaboración económica.
CUENTOS DE LA TARDE
REYNALDO CABALLERO CACERES.

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