martes, 6 de junio de 2017

De un mordisco le quitó la oreja derecha, le mordió el seno izquierdo, de un puntapié la mujer rodó por el piso y perdió el conocimiento. Demandó a su marido por estas salvajadas y el juez al hombre le dio la casa por cárcel. La casa nooo… gritó la mujer.
REYNALDO CABALLERO CACERES.

No hay comentarios:

Publicar un comentario