sábado, 6 de septiembre de 2014

Eran las seis de la tarde, hora de la boda de la muchacha más linda del pueblo con el joven más deseado por todas las jóvenes de esta región. Todas dicen que es un buen partido. Durante una hora esperaron que llegara el novio, mandaron a buscarlo pero no lo encontraron por  lugar alguno. Dicen que salió temprano para la capital.  Cuando el sacerdote anuncio que iba a suspender el acto  la novia manifestó: tengo la luna de miel paga, la fiesta esta lista, ¿quién quiere casarse conmigo? pregunto. El padrino de la boda dijo: yo, te quiero desde hace tiempo, te admiro, ¿me recibes como esposo? SI,  respondió la novia y el sacerdote realizo la ceremonia.  Partieron para la luna de miel y no se volvió a saber de esta pareja. Por ahí andan por este mundo felices y contentos.

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