jueves, 26 de enero de 2017

Miro el reloj y vio la hora, las cuatro y pensó: ya son las cuatro de la mañana, hora de escribir. Un día descubrió que el reloj solo marca las cuatro. Lo llevo donde un relojero y después de una minuciosa revisión dictaminó que está en perfecto estado pero solo indica las cuatro, puede ser de la mañana o de la tarde. Cuando falleció dijeron murió a las cuatro de la mañana y tres minutos...
CUENTO AL AMANECER, REYNALDO CABALLERO CACERES.

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