lunes, 28 de agosto de 2017

Aquella mujer tenía miedo de hablarle al único hombre soltero del pueblo, sabía que si le hablaba corría el riesgo de enamorarse de él y después tenía que casarse y más tarde tener hijos y algún día debía llevarlo al médico por las enfermedades que tendría causadas por la vejez. Mejor era no hablarle para no tener que sufrir en la vida. Así pensaba ella, pero ella desconocía que el tampoco deseaba hablarle porque tendría que contarle la gran verdad y eso no era posible. El joven huyó del pueblo y desconocían para donde se había ido. Regresó pasados los años, ya de la tercera edad y la joven de un día todavía lo estaba esperando.Se unieron y fueron felices.
REYNALDO CABALLERO CACERES.

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