viernes, 12 de febrero de 2016

El investigador social continua leyendo los expedientes relacionados con los asesinatos de Aida Tereza y Aida María ocurridos en 1.982 y 2.005 respectivamente un primero de mayo. El asesino no dejo huellas, ni cabellos, ni gotas de sangre, solo el dulce perfume que usa la hermosa e inteligente bibliotecaria Luz Aida. 
CUENTO AL AMANECER, REYNALDO CABALLERO CACERES.

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