viernes, 2 de enero de 2015
EL ALMA EN PENA
Eran las dos dela madrugada y por las calles solitarias del pueblo caminaba dando tumbos, de un lado
para otro, un hombre lleno de aguardiente o ron. Abrazaba los postes de la energía y charlaba con la
neblina que cubría las calles. De pronto apareció una bella mujer vestida de blanco, el pelo largo con
cara de calavera, su cara era la de una calavera; la mujer lo abrazo y el borracho cayo al piso y al
otro día el sacerdote que pasaba para la misa de cinco de la mañana lo vio tendido en la calle y con
otros vecinos lo llevaron a su residencia. Allí durmió todo el santo día. Conto que había visto una
mujer con cara de calavera que quiso besarlo y él se desmayó del susto. En el pueblo rumoraron que
había vuelto el alma en pena
.
EL ALMA EN PENA
REYNALDO CABALLERO CACERES.
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