martes, 6 de enero de 2015
SESION DE ESPIRITISMO
En una sesión de espiritismo llamaron a un alcalde que falleció hace años y le preguntaron acerca de
su ciudad, como era su gente, la educación, la salud, el trabajo, sobre las vías, el concejo municipal, la
cultura, el turismo, el comercio, por el campo y un largo cuestionario que responder. El alma del
alcalde se quedó en silencio un minuto, empezó a oler a azufre, dio unos terribles gritos que los
asistentes a la sesión del mas allá se les pusieron los pelos de punta. Después se escuchó un llanto
que sintieron deseos de llorar con el alcalde en pena. Lloro y lloro. Cuando se calmo dijo que por no
hacer mayor cosa por su pueblo se encuentra condenado a tres cadenas perpetuas y diez días y que
tienen prohibido hablar del futuro de su ciudad.
REYNALDO CABALLERO CACERES
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