viernes, 9 de enero de 2015
LA BUENA SUERTE
Vivo en un quinto piso. Escuché el teléfono y contesto una voz femenina quien preguntó por mí.
Respondí que ese señor ya no vive aquí, que hace un mes se mudó y desconozco para donde se fue.
A las dos horas salí a la calle. Cuando abrí la puerta vi a un hombre que me apuntaba con un arma y
rápidamente por debajo de la ruana que ese día llevaba puesta, dispare ráfagas de fusil de asalto. El
hombre desapareció y solo quedo un fuerte olor a muerto. Esto fue lo que le conté al sicólogo quien
en la consulta preguntó que había soñado la última vez. El dijo que era la buena suerte que está
llamando a mi vida, que empezara comprando lotería. Y desde ese entonces llevo más de un año
comprando la misma lotería y el mismo número. Juega todos los miércoles y hoy llamo el lotero y en
forma alegre dijo que yo era el ganador de premio mayor. Busque el billete y no lo encontré. Esta
mañana vino un limosnero y le regale el saco y en el bolsillo interior había guardado el billete.
REYNALDO CABALLERO CACERES
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