jueves, 1 de enero de 2015



TARDES DE AMANTES.

Después de pasar una tarde de amor en un motel campestre la pareja de amantes abordó un taxi 

solicitado por la administración del negocio. El joven amante hablaba de lo rico que estuvieron esa 

tarde y que fueron momentos inolvidables. Descendieron en la plaza principal de la ciudad y se 

despidieron de beso en la boca. Cuando llegó la dama a su apartamento no fue posible entrar por 

cambio de guardas de la chapa de la puerta. Más tarde llegó el esposo y contó que había hecho el 

cambio de chapa porque perdió las llaves del apartamento y que estaba feliz porque había conseguido 
trabajo como taxista y que esa tarde había trasportado del motel campestre a la ciudad una pareja de 

amantes, que la mujer no había hablado y el acompañante habló como un loro mojado. Que el taxi 

tenía que arreglarlo porque no tenía luces interiores y no fue posible ver el rostro de la dama.


REYNALDO CABALLERO CACERES.

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