LAS DOCE, HORA DE MORIR..
Son las doce de la noche. Miro el reloj digital y vio que son las doce. El forense examino el cadáver y hablo con los estudiantes de medicina que en ese momento lo acompañaban. Observen los ojos de este joven, son zarcos y en el fondo se observa el número seis; este joven murió a las doce de la noche, dictamino el forense... Todos los que fallecen a las doce de la noche en sus ojos aparece el número seis. Estos ojos no se pueden donar porque la persona que los reciba muere a las doce del mismo día que vea por esos ojos. Todos los que van a morir a las doce de la noche, 24 horas antes aparece el número seis en sus ojos. Un estudiante se miró en el espejo que usaba para reconocer si el paciente respiraba, cuando vio el número seis en sus ojos. Doctor tengo el seis en mis ojos. ¿Qué hago?. Donarlos para que muera el que los use, respondió el forense.
Son las doce de la noche. Miro el reloj digital y vio que son las doce. El forense examino el cadáver y hablo con los estudiantes de medicina que en ese momento lo acompañaban. Observen los ojos de este joven, son zarcos y en el fondo se observa el número seis; este joven murió a las doce de la noche, dictamino el forense... Todos los que fallecen a las doce de la noche en sus ojos aparece el número seis. Estos ojos no se pueden donar porque la persona que los reciba muere a las doce del mismo día que vea por esos ojos. Todos los que van a morir a las doce de la noche, 24 horas antes aparece el número seis en sus ojos. Un estudiante se miró en el espejo que usaba para reconocer si el paciente respiraba, cuando vio el número seis en sus ojos. Doctor tengo el seis en mis ojos. ¿Qué hago?. Donarlos para que muera el que los use, respondió el forense.
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