LLEGO LA
HORA-REYNALDO CABALLERO CACERES.
Todos los días
entraba a la funeraria y preguntaba si ya era hora de su sepelio y siempre le respondían
todavía no, le avisamos con tiempo para que sea cumplido, pero siga viniendo y manténgase
al día en el seguro exequial, no se deje atrasar. Aquella mañana lo llamaron y le informaron que
ya era hora. Ese día habían traído a la funeraria a un señor que tenía el mismo nombre, era su
tocayo quien había partido a causa de un accidente en su moto. Asistió al
sepelio y dándole tres golpes al ataúd le dijo: me tocaba a mí pero el tocayo
se adelantó, ahora debo permanecer aquí en esta tierra unos cien años.
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