TOROS, TOROS- Reynaldo Caballero Cáceres
Llegó el día tan esperado. Hoy es la corrida de toros con los mejores matadores del mundo, con los
mejores toros de lidia criados en España, con la asistencia de las porras taurinas mas conocidas del
país.
Durante tres meses soñó con esta tarde de sol y toros. La boleta la adquirió por abonos...Compró
Durante tres meses soñó con esta tarde de sol y toros. La boleta la adquirió por abonos...Compró
sombra y en el mejor sitio; en una sombrereria muy conocida adquirió un sombrero negro con la
calavera de un toro; compró una bota en la tasca preferida por la porras del lugar; también adquirió una
botella de manzanilla importada para llenar la bota con el mejor licor; y en un almacén de calzado hecho
a mano, adquirió unas botas tejanas
.
Está feliz porque asistirá a la corrida más esperada por todos. Vienen comentaristas de radio, televisión
Está feliz porque asistirá a la corrida más esperada por todos. Vienen comentaristas de radio, televisión
y prensa escrita de diferentes países.
La esposa le pidió ese día para el desayuno de los niños y la respuesta fue: ¡No tengo plata!, ¡déjeme en
paz! ¡Hoy quiero vivir las emociones de los toros!.
¡Mijo, déjeme para el almuerzo y para la semana de los niños!, volvió a decir la señora toda
angustiada...la respuesta que obtuvo de parte de su marido fue: ¡No tengo dinero!
Uno de sus hijos, miró a su mamá, sonrió y dirigiéndose a ella en voz baja, le dijo
:
¡Mami, mire la boleta de la corrida!
¡Mami, mire la boleta de la corrida!
Sobre la mesa del comedor está la boleta de entrada a la corrida. La señora la cogió y se dirigió a un
supermercado, el cual es atendido por su propietario, quien el día anterior lo oyó decir: ¡daría mi vida
por ir a los toros!..!Vienen los mejores toreros del mundo!
¡Daría cualquier cosa por una boleta!.
La señora compró el mercado necesario para la semana y pagó con la boleta de entrar a toros....recibió
vueltos en dinero
.
Al medio día el fanático de las corridas, estrenó camisa y pantalón, se puso el sombrero, se colgó la bot
Al medio día el fanático de las corridas, estrenó camisa y pantalón, se puso el sombrero, se colgó la bot
a y se dispuso a salir para la Monumental. Allí piensa almorzar y entrar temprano a la Plaza de Toros
para gozar del espectáculo. Buscó la boleta por toda la casa, hasta debajo de la cama, en la caneca de
la basura...pero no la encontró.
La casa estaba sola. La señora había partido con los niños para donde su mamá.
No encontró la boleta…son las tres de la tarde...se acostó a escuchar la corrida por radio y mientras oía
las verónicas, los pases por alto, el salto de la rana, los aplausos del público, la banda de música
,
mientras trascurría la corrida, se tomaba sus traguitos de la bota que con tanto esmero había
preparado.
La señora regresó por la noche y encontró a su esposo durmiendo la borrachera y el radio encendido.
Ella se quedó esa noche en el cuarto de los niños.
Al otro día en la oficina le preguntaron por la corrida y el amante de los toros, se puso a llorar. Todavía
no recuerda donde dejó la boleta...La noche anterior estuvo con los amigos departiendo en una casa de
prostitución y piensa que debió dejarla allí. Esa noche se quitó el saco y le hizo unos pases a una
hermosa muchacha...habló hasta por los codos de toros, toreros y del mundo de los matadores.
Toros, toros y el fanático a los toros se quedó dormido, soñando que el año entrante va a asistir a la
Monumental de México.
La empresa lo envió a Estados Unidos a un curso de ventas y cuando contó que a él le gustaban las
corridas de toros, lo miraron como si fuera un sicario, como si estuviera enfermo de la mente, o loco de
remate.
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