Llego a las diez de la mañana al parque y se sentó en el escaño de todos los días. Con sus amigos charla hasta el medio e todos los problemas del día anterior divulgados por la radio y por los periódicos. Hoy contó como perdió sus ahorros al invertir su dinero en un buen negocio pero que no dio resultado. Un día llegaron a su casa de campo dos caballeros con un plano del terreno y un aparato de buscar tesoros. Laboraron por los alrededores hasta que el aparato dio una señal sonora. Buscaron en ese sitio y encontraron un tunjo de oro. Lo llevaron a una joyería y dijeron que era oro de buena calidad. Semanas después volvieron los buscadores de tesoros con un plano antiguo de los tiempos de la conquista y en el indica diferentes lugares donde hay guacas o entierros de los indígenas de tiempos idos. Se intereso tanto que le dieron el plano y el mágico aparato buscador de metales y el les entrego todos sus ahorros. Durante meses estuvo buscando los tesoros escondidos y no encontró ni un clavo.
viernes, 10 de octubre de 2014
Perdió los ahorros-Reynaldo Caballero Cáceres.
Llego a las diez de la mañana al parque y se sentó en el escaño de todos los días. Con sus amigos charla hasta el medio e todos los problemas del día anterior divulgados por la radio y por los periódicos. Hoy contó como perdió sus ahorros al invertir su dinero en un buen negocio pero que no dio resultado. Un día llegaron a su casa de campo dos caballeros con un plano del terreno y un aparato de buscar tesoros. Laboraron por los alrededores hasta que el aparato dio una señal sonora. Buscaron en ese sitio y encontraron un tunjo de oro. Lo llevaron a una joyería y dijeron que era oro de buena calidad. Semanas después volvieron los buscadores de tesoros con un plano antiguo de los tiempos de la conquista y en el indica diferentes lugares donde hay guacas o entierros de los indígenas de tiempos idos. Se intereso tanto que le dieron el plano y el mágico aparato buscador de metales y el les entrego todos sus ahorros. Durante meses estuvo buscando los tesoros escondidos y no encontró ni un clavo.
Llego a las diez de la mañana al parque y se sentó en el escaño de todos los días. Con sus amigos charla hasta el medio e todos los problemas del día anterior divulgados por la radio y por los periódicos. Hoy contó como perdió sus ahorros al invertir su dinero en un buen negocio pero que no dio resultado. Un día llegaron a su casa de campo dos caballeros con un plano del terreno y un aparato de buscar tesoros. Laboraron por los alrededores hasta que el aparato dio una señal sonora. Buscaron en ese sitio y encontraron un tunjo de oro. Lo llevaron a una joyería y dijeron que era oro de buena calidad. Semanas después volvieron los buscadores de tesoros con un plano antiguo de los tiempos de la conquista y en el indica diferentes lugares donde hay guacas o entierros de los indígenas de tiempos idos. Se intereso tanto que le dieron el plano y el mágico aparato buscador de metales y el les entrego todos sus ahorros. Durante meses estuvo buscando los tesoros escondidos y no encontró ni un clavo.
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