Transitaba por una avenida muy importante de la ciudad en su carro de última generación de la muy conocida casa Ferrari cuando vio un LAMBORGHINI de color amarillo conducido por una bella dama y le envió un beso por el aire. La bella chica oprimió un botón e interceptó el sistema de comunicación del lindo Ferrari y la mujer preguntó por su nombre, quien era, que hacía, que grandes negocios tenia y el respondió que era un magnate que tenía una fábrica de poemas de amor. Mientras ellos hablaban los dos vehículos de última generación también entraron en conversación y se enviaban rugidos de motores.
CUENTOS AL AMANECER, REYNALDO CABALLERO CACERES.
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