sábado, 23 de mayo de 2015
BOLIVAR LLORA EN EL PUENTE DE BOYACA, REYNALDO CABALLERO CACERES
Olvidaba decir que al ver los tunjanos a Bolívar, quien llegó por tele trasportación, dijeron que era un actor de teatro, otros que era un actor de cine, muy famoso, y se acercaron a pedirle un autógrafo. Tenía el pelo negro y largo. A la pregunta de cómo se llama el documental que van a realizar contesté: “BOLIVAR TAMBIEN LLORA”. Preguntó sobre quien vive en el “Palacio de la Torre” y si volvió la monarquía. Bolívar quería sacar la espada y expulsar al monarca. Explicamos que es la gobernación de Boyacá. Descendimos de San Lázaro y Bolívar almorzó en Runta, un rico y sabroso cuchuco con hueso de marrano, morcillas, papa criolla, longaniza, y el recordó que así lo llamaban sus enemigos y le gritaban: “Longaniza”. Al pasar por el parque “El Bosque” se detuvo unos minutos en el “paredón” y ordenó que lo arreglen con cariño, que dieron su vida por la patria. " El Paredón de los Mártires es un monumento ubicado en el Bosque de la República de la ciudad de Tunja, que consta del muro original en adobe donde fueron asesinados los Gobernadores de la Provincia de Tunja: José Cayetano Vásquez, Juan Nepomuceno Niño, Joaquín Camacho y el Teniente Coronel José Ramón Lineros el 29 de noviembre de 1816, declarados culpables de la revolución en contra del régimen español.
Los hechos sucedieron un día de mercado, en el cual se celebró un desfile popular que cruzó por la Iglesia de San Laureano llevando consigo a los mártires, que fueron obligados a arrodillarse para recibir la absolución. Sus restos mortales fueron enterrados en una fosa común en la Iglesia de San Laureano y después llevados a la Catedral de Tunja. En honor a ellos se encuentra una inscripción que dice: "Eternamente vive quien muere por la patria" (1) .Contratamos una camioneta cuatro puertas, de alta gama, blindada con vidrios oscuros, con guardaespaldas, para ir al Puente de Boyacá. Bolívar no quiso montarse en esta rara máquina y dijo que era mejor a caballo pero dimos disculpas porque en Tunja no hay caballos sino burros. Hablamos de la doble calzada. Bolívar dijo que quería ver el paisaje y que era mejor en un "caballito de acero" y tuvimos que enseñarle a montar en cicla. Mejor nos vamos a pasitrote opinó y trotando arribamos al Puente de Boyacá. Esta vía es muy peligrosa, los carros pasan como alma que lleva el diablo.
CONTINUARA…”CUENTOS HISTORICOS”, REYNALDO CABALLERO CACERES.
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