Llego temprano a la entrega de casas gratis, recibió las llaves de mano del alcalde, abrió la puerta y comenzó a entrar todo lo que trajo en un carro tirado por un caballo. Eran cartones y colchones viejos, latas, y tres piedras que eran el fogón que tenía allá en su rancho. Al mes entrego la casita y volvió a vivir al rancho. Sin trabajo, sin comida para echarle a la olla, los niños sin escuela, la mujer esperando,..la vida es muy dura. Hasta luego vecino.
"CUENTOS AL AMANECER,” REYNALDO CABALLERO CACERES
No hay comentarios:
Publicar un comentario