Una ayuda
Todos los días
esta mujer recorre los cafés, billares, restaurantes y demás sitios públicos solicitando
una ayuda económica para enterrar la hija quien murió en el hospital. Muestra
una carta, la gente no la lee, es una carta arrugada por el tiempo, ya está
descolorida y no se entiende la letra. Su hijo murió hace siete años y la mujer
sufrió una grave enfermedad en la cabeza y dicen que se volvió loca.
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