AIDA, CUENTO AL AMANCER, REYNALDO CABALLERO CACERES
El investigador social continua leyendo los expedientes
relacionados con los asesinatos de Aida Tereza y Aida María ocurridos en 1.982
y 2.005 respectivamente un primero de mayo. El asesino no dejo huellas, ni
cabellos, ni gotas de sangre, solo el dulce perfume que usa la bibliotecaria
Luz Aida.
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