sábado, 21 de noviembre de 2015
Hoy se levantó temprano, antes de lo acostumbrado, se vistió rápido y salió corriendo, tenía temor de llegar tarde a su sepelio. Siempre había llegado tarde a las citas, al trabajo, al estudio, tenía fama de incumplido. Hoy no podía llegar tarde a la despedida que le tenían preparado sus amigos. Entró a la iglesia la cual estaba colmada de amigos y familiares. Se escuchaba una música que le hizo recordar el viernes santo. Se acomodó en una larga banca al lado de su mejor amigo, quien no lo miró. ¿Quién se murió? Preguntó. Mi mejor amigo, fue la respuesta. El ataúd está cerca al altar pero está vacío, no han traído el muerto. El siempre tan demorado, así fue en vida. Se dirigió al altar, llego al féretro, alzó la tapa, allí estaba él, quien sonrió. Había sido cumplido.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario