domingo, 29 de noviembre de 2015


Una noche cayo en la vereda donde vivía con mis padres, hermanos y abuelitos una estrella pequeñita. Se escuchó una explosión como cuando estalla las bombas la guerrilla y todos nos asustamos. Mi abuelo dijo no vayan por ese lugar, de pronto es un pedazo del infierno. Al amanecer con un hermano fuimos al lugar y encontramos una inmensa bola de diamante. Cuando salió el sol lanzaba rayos de diferentes colores. Mi abuelo comento que es un pedazo de cielo y que no contemos este suceso. Entre todos la tapamos con tierra y sembramos unas matas de granadilla. Partí para el ejército y cuando regrese encontré ya crecidas las matas. Por las noches se escucha música y mi abuelita dice que van a nacer los ángeles. Eran las tres de la madrugada cuando escuchamos un estruendo y se elevó al cielo el pedacito que le hacía falta.
CUENTOS AL AMANECER, REYNALDO CABALLERO CACERES.

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