domingo, 15 de noviembre de 2015

RECORDAR  PARA VIVIR, REYNALDO CABALLERO CACERES

Llegué como a las tres de la tarde a la casa y mi madre me dio la bienvenida como si hubiera venido de otro planeta. Tomando un chocolate con un tamal santandereano hablamos de todo un poquito. Conté de mis estudios en la Universidad Industrial de Santander y ella comento que tenía temor porque dicen que se van a llevar a los estudiantes para la guerrilla, que tuviera cuidado. : Mi padre quien escuchaba la conversación, él es un sargento del ejército de Colombia, dijo: a los estudiantes un zancudo los trae corriendo, un pito los mata y se ahogan pasando los ríos porque no saben nadar…era el año de 1.965. Me gustaba  el teatro callejero.  ¿Mi mamá se acuerda cuando yo nací? Claro, respondió, como si fuera ayer. Ese año traía noticias bárbaras, estaban en la segunda guerra mundial…vivíamos en el barrio Girardot, en todo el parque. La casa era grande…

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