Aquella mañana se levantó temprano como de costumbre a ver los cultivos. Salió y quedo asombrado: en una era crecían cajas de hojuelas de maíz, en la siguiente, bolsas de leche holandesa, la siguiente, botellas de jugos brasileros de naranja. Pensó que se está volviendo loco. Llamó a su compañera y a los hijos y les mostró el cultivo. Todos dijeron que tan bonito, demos gracias a Dios, porque la papa esta florecida. Pronto haremos un convite para recoger la cosecha. El campesino calló. Seguro salí dormido con pesadilla y vi todo los productos que van a llegar con los tratados de libre comercio.
CUENTOS AL ATARDECER
REYNALDO CABALLERO CACERES.
No hay comentarios:
Publicar un comentario