Llegó a un poblado a negociar la liberación de cuatro buses que un grupo guerrillero habían secuestrado. Uno de los comandantes le dijo que eran diez millones de pesos y que tenían diez días y si no pagaban, quemaban los buses. Llegó el comandante del frente y después de dialogar con quien resultó ser un compañero de estudios en una universidad privada, los buses fueron devueltos y guerrilleros de civil los condujeron y no regresaron al monte y se quedaron trabajando en esa empresa de transporte intermunicipal.
CUENTOS AL ATARDECER
REYNALDO CABALLERO CACERES.
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