Un amigo contaba acerca de una viuda que era muy rica. El esposo quien murió al caerse del caballo, le dejo cinco haciendas y cuentas bancarias. Era una mujer joven. Recibió la visita del cura del pueblo quien contó que su marido se encontraba en el infierno y que solo saldría con misas costosas. Con la primera misa que valió una hacienda solo salió la cabeza, con la segunda misa y otra hacienda salió hasta la cintura, con la tercera misa y otra finca, salió la pierna derecha…el cura comentó que para que terminara de salir solo hacía falta la pierna izquierda la cual valía dos haciendas. La viuda dijo: mi esposo ya salió del infierno porque la pierna izquierda es de palo y ya se quemó…el cura salió triste…sin las dos haciendas.
CUENTOS AL ATARDECER
REYNALDO CABALLERO CACERES.
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