viernes, 3 de marzo de 2017

Se apareció el diablo.
Una noche caminando por la vereda rumbo al rancho vi en una curva del camino a un hombre con un enorme tabaco encendido que estaba esperándome. Saqué mi machete y me dispuse a defender mi vida cueste lo que cueste. Habló y su voz era como de ultratumba y echando bocanadas de humo sentí un poderoso sueño y quedé dormido en la tierra. Al otro día pasaban unos vecinos y me llevaron alzado a la casa donde ya estaban preocupados por mí. Conté todo lo que me pasó y el encuentro con el diablo. No volví a tomar ron en la tienda con mis compadres y evito que me coja la noche fuera de la casa. Pero de todas maneras aprendí la oración para espantar al diablo si vuelve aparecer. Han pasado los años y no volvió a salir. 
REYNALDO CABALLERO CACERES.

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